jueves, 13 de junio de 2013

¡Correr descalzo!, ¿estás loco?


Unos 3 años atrás comencé a conocer cosas acerca de correr descalzo-minimalista. Descubrí el calzado minimalista a través de artículos en revistas y blogs, existiendo variedad de marcas que ofrecen zapatos, zapatillas y sandalias para correr y caminar. Calificado como moda por algunos, lo cierto es que podría considerarse que existe un movimiento minimalista a nivel mundial, también llamado "barefoot running" o "natural running", que va desde correr literalmente descalzo, hasta correr calzado aunque con la menor protección o artificio posible respetando así el modo mas natural y espontáneo de correr.
Abebe Bikila, oro olímpico maratón en los JJ.OO. Roma 1960

En realidad lo de andar descalzo o el calzar minimalista tampoco me resultaba tan extraño o lejano. Siempre caminé descalzo por el campo y playa durante el verano y, por otra parte, para los que fuimos jóvenes hace muchos años, ¿acaso buena parte de nuestras zapatillas de deporte no respondían al concepto minimalista?, esto es, ausencia de "tecnologías" de control de pisada, suelas sencillas y planas, ¿quien no jugaba y hacía deporte con las Keds, John Smith o similares?.
Apenas han cambiado las Keds (aunque ahora existen muchos mas modelos)
He podido leer argumentaciones a favor y en contra de esta “nueva” manera de afrontar nuestra pasión por correr, incluso posturas vehementemente enfrentadas llegando a ser despectivas y/o furibundas en algunas ocasiones.
La curiosidad que iba sintiendo por "volver a los orígenes" se reforzó aún mas tras la lectura del libro “Nacidos para Correr”, de Christopher McDougall, en el que relata una historia acerca de la tribu Rarámuri (o Tarahumara) con una capacidad impresionante para correr grandes distancias como modo de vida, un grupo de grandes atletas y una carrera impresionante, aderezado con investigaciones científicas de un corredor y profesor de Harvard, mientras se hilvana la historia entre el propio escritor y Micah True "Caballo Blanco" (fallecido en 2012), un estadounidense que se trasladó a las Barrancas del Cobre para aprender los secretos ancestrales de aquella tribu.
Muy recomendable (casadellibro.com)
Tarahumara corriendo con sandalias huaraches
Cuando dí el primer paso para adquirir mis primeras zapatillas minimalistas opté por un modelo de transición, unas Walsh sin inclinación (cero "drop") con un taqueado excelente para correr por el monte, hierba y barro. Suele clasificarse como minimalista el calzado de suela fina con cero "drop" que, además, no tenga control de pisada ni demás artificios, si una de las características excede determinado rango, pasa a considerarse "de transición", en este caso se consideran de transición por el grosor de la suela.
trailrunningreview.com 
A continuación me hice con unas FiveFingers KSO Treksport, comodísimas, originales, no dejan indiferente a nadie (si se usan calcetines también han de ser con dedos).
zapatillasminimalistas.net
También dispongo de las económicas Newfeel Many de Decatlón que, aunque concebidas para caminar, han sido adoptadas por muchos corredores minimalistas como una zapatilla para correr.

Familiarizarme progresivamente de modo que mi cuerpo asimile las adaptaciones necesarias para que esta transición no suponga un trauma físico tras años de zapatillas "gordas" es el reto principal que creo que estoy superando satisfactoriamente. El error mas común cuando se realiza la transición/adaptación suele ser la falta de progresividad y una técnica inadecuada, es evidente que no se debe "talonar" cuando no existe amortiguación, aunque es un aspecto que no todos los corredores asimilan del mismo modo (realmente creo que no se debería talonar nunca). En mi caso nunca he sido especialmente talonador, por lo que no me costó mucho adaptarme a este tipo de calzado, con el que la pisada deberá tender a ser de antepié.

Bien recuerdo la agradable sensación de tantas veces que he corrido descalzo por la playa, sintiendo las diferentes texturas de la arena, a veces fina, otras gruesa, en ocasiones compacta o muy suelta. Del mismo modo que mis pies guardan una cierta memoria de su adaptación, ya hacia el final de los veranos, para corretear y andar descalzos por superficies de lo mas diverso, desde la arena ya citada, hasta el piso duro del paseo marítimo, fuese de cemento, asfalto o baldosa, pasando por las rocas del mar incluso en marea baja o los caminos de tierra del entorno de algunas playas y, como no, la grata sensación de caminar por la hierba. Recuerdo que llegaba un momento en que me desplazaba con naturalidad total sin sentir que las plantas de mis pies sufriesen por el contacto directo con superficie alguna. Todo ello sin que se produjesen callosidades, al contrario, mi cuerpo se desplazaba y entraba en contacto con el suelo por medio de una plataforma gruesa aunque suave, acolchada y viva que sentía el terreno, nuestros pies son una auténtica obra de ingeniería.

npr.org
La vida diaria nos lleva a mantener nuestros pies calzados durante muchas horas, con tacones que, aún bajos, se elevan mas de lo que yo desearía. Su uso me hace perder adaptaciones hasta que el paso de las estaciones y las actividades al aire libre, sobre todo en verano, posibilitan de nuevo esa toma de contacto directo pie-suelo volviendo a producirse la readaptación del pie descalzo.
Ahora estoy dando un paso que podría significar una nueva transición, no literalmente para andar siempre descalzo, aunque sí para aproximarme a ello por medio del estilo de carrera y del calzado que emplee (aunque no necesariamente haya de ser siempre minimalista, hay zonas de montaña que imponen respeto).
Recuerdo las expresiones que escuché por parte de alguna persona cercana cuando comenté mi intención de tomar este rumbo, que se podrían resumir en un "¡Correr descalzo!, ¿estás loco?", mientras yo pensaba en los juanetes, callos, ojos de gallo, dedos montados y otros problemas que se producen en gran medida por la prisión en que se convierte buena parte del calzado que se utiliza. El tiempo dirá cómo van las cosas, probablemente no exista una división clara entre un modo u otro de correr, espero poder relatar algún día las bondades del nuevo “camino” emprendido y los beneficios que me reporte.


Particularmente no me interesa confrontar las posturas de si se debe correr descalzo-minimalista contra correr amortiguado, es una decisión estrictamente personal y que cada cual disfrute y progrese como mejor le parezca. Ni siquiera yo mismo estoy de un lado u otro, también dispongo de calzado amortiguado, con sistemas mas o menos acusados de amortiguación, control y protección.
                 Concretamente:

Salomón XT Wings 2
Salomón Speed Cross
Salomón S-Lab 3 XT Wings

Walsh Spirit Lite
Mizuno Wave Inspire
Asics Stratus
Kalenki Inspid
Lo que sí considero importante es que el pié no se habitúe a una forma de pisar concreta mediante el uso de un solo modelo de zapatilla.

2 comentarios: